Uña despegada, levantada o desprendida ¿Que hacer?

¡No te asustes! Una uña despegada, levantada o desprendida puede ser causada por diversos factores, desde un golpe accidental hasta una infección fúngica. Lo importante es actuar con calma y seguir estos pasos:

Observa la gravedad:

Si la uña está parcialmente despegada y no hay dolor significativo, puedes tratarla desde tu casa. Si la uña está completamente despegada, hay sangrado o dolor intenso, consulta a un podólogo de inmediato.

Identifica la causa:

Si recuerdas un golpe reciente, es probable que sea la causa. Si no hay un traumatismo claro, podría ser una infección fúngica u otra condición médica.

Cuidados en casa:

• Limpia y desinfecta: Lava cuidadosamente la zona con agua tibia y jabón antibacteriano. Seca bien con una toalla suave.
• Protege la uña: Cubre la uña despegada con un vendaje no adhesivo para evitar que se enganche o roce con algo.
• Previene la infección: Mantén la zona seca y limpia. Aplica una pomada antibiótica tópica si hay signos de infección (enrojecimiento, hinchazón, pus).

Consulta podológica:

• Uñas completamente despegadas: Un podólogo puede retirar la uña desprendida de manera segura y sin dolor, y evaluar la necesidad de tratamiento adicional.
• Infecciones fúngicas: Si se sospecha una infección fúngica, el podólogo recetará medicamentos antimicóticos orales o tópicos.
• Otras condiciones médicas: En caso de que la uña despegada esté relacionada con una condición médica subyacente, el podólogo te derivará al especialista correspondiente.

Recomendaciones adicionales:

• Evita traumatismos: Usa calzado cómodo y protector para evitar golpes en las uñas.
• Cuidado con las uñas postizas: Reduce su uso y asegúrate de que un profesional las aplique y retire correctamente.
• Higiene adecuada: Lava y seca bien tus pies diariamente, prestando atención a los espacios entre los dedos.
• Dieta saludable: Consume una dieta rica en vitaminas y minerales para fortalecer tus uñas.